Después de doce años-como dije- sin leer
nada solo acompañado por mis Maestros La Paciencia, La comprensión, El Perdón y
La Humildad, sentí que debía coger la Biblia y se la pedí a mis padres para
leerla. No solamente al poco tiempo tenía la católica, sino la evangélica, la
adventista, bautista, etc. Las puse sobre la mesa e iba abriéndolas cada una
por los mismos sitios: todas decían lo mismo. Me preguntaba, ¿cómo es posible
que los católicos se inventen lo que no está escrito? Porque todas las otras
religiones occidentales han copiado al católico en lo escrito. Al menos se
asemejan más a los evangelios -vida de los Apóstoles- que los católicos. ¡Desde
luego un caos! Por esta razón prohibían leer la Biblia los sacerdotes, porque
eran tantas mentiras que hoy en día
todavía continúan con las mismas mejoradas, copiando a los perseguidos
protestantes de otras épocas.
Para no cansarles pensé en aquella época.
Ellos, la iglesia católica (La curia romana) no creían en nada. Hacía lo que les daban la gana para mantener
una Mentira; como la Mentira de los judíos de no admitir la llegada de Jesús a
la tierra. Ahora si (el Clero) hablan de Jesús para sus carreras (intereses)
mezclando la Verdad de la Enseñanza con las mentiras de sus oscuras mentes que
alejan a las Almas de la Verdad.
Entonces leí “Mi Reino no es de este mundo”, imagínense ustedes la sorpresa tan enorme
después de doce años de sufrimientos encontrarme con lo que yo había
descubierto: vivir dos vidas en una. Dale al César lo que es del César y
a Dios lo que es de Dios. Pero aquí la Enseñanza no hablaba del César sino: Mi
Reino no es de este mundo. Esa frase realmente me impacto porque Él tenía su
Reino estaba en un reino ajeno a él enseñando las lecciones para las Almas, las
obras de Caridad para la humanidad. Él lógicamente se sentía como un intruso
en este mundo vigilado, perseguido, acosado, cazado al final de su obra. Fue
cuando leí también que nadie sería probado más allá de sus fuerzas.
Fue un gran descubrimiento para mí porque
me daba Fuerzas en lo que yo mismo me iba creyendo. No hay más reino superior
que el humano en la escala evolutiva. El humano es el último por tanto le corresponde a él evolucionar
engrandeciendo su Alma con sus sacrificios, abnegaciones, expiaciones muerte
quizás defendiendo con el silencio su Verdad. Alcanzaría su propia personalidad
tomando al Ego material como su amigo de
miles-quizás- existencias no como su esclavo. Tenemos un Ego material porque
venimos a evolucionar. En las reencarnaciones necesitamos un Ego que recibe la Fuerza (Vida)
de nuestra Alma. También podría hablarles lo que ocurre al Ego en sus desobediencias
a través de miles de existencias encarcelando a su Alma.
Entonces pensé: tenemos cuatro cerebros en
nuestras cabezas. Poseemos el cerebro vegetal, animal, humano-Alma y el cerebro
Espiritual.
Que Obra tan grandiosa la Creación Humana
para que se pueda convertir en Creación Divina por medio de las Enseñanzas de
La Verdad. Me quedo parado releyendo lo escrito. Es tan magnifico pensar que vivo. Me crearon porque si no fuera así, no sería
nada no existiría. Unas Enseñanzas transmiten Luz, Fuerza, Sabiduría para que
el Alma humana fuera creciendo hasta transmutar su cuerpo material en
Espiritual. Esto es un Don del Avatar Divino que muchos millones de años nos
lleva en su perfección y nosotros los humanos deberíamos continuar sus pasos
que Él desinteresadamente sacrificó y todavía permanece atento viendo como
algunos intentan con sus sufrimientos, angustias, amarguras, desconsuelos,
ansiedades provocadas por las energías dentro de éste mundo salir de el
victorioso.
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